Lo primero no es idea, si no un regalo. Me aconsejaron secarlas boca abajo pero la última vez que hice eso terminé botando la rosa y, aunque en ese momento juré de guata que me acordaría, hoy no tengo idea quién me la regaló! Pensé que lo mejor era perpetuar este hermoso ramo en un foto.
Como buena novia tecnológica del SXXI, navegué millones por Pinterest en busca de mis elementos ideales. Así que atención las de estilo greeneconaturalsilvestrechic, el ramo escogido cumplió con la siguiente pauta:
- Tamaño medio. Considerando que me iba a pasear bastante, no podía ser muy grande ni pesado. Tampoco muy pequeño, teniendo en cuenta que yo soy más bien grande no quería parecer como que usaba el ramo de la barbie. A las hermosas novias grandes les recomiendo un novio ramo mediano/grande.
- Flores tipo silvestres. Digo "tipo" porque no se puede hacer un ramo con flores realmente silvestres. Justo en la época en que empecé a preocuparme de mis flores, estaban llenas las orillas de camino de preciosas florecitas de mucho colores y formas. Obviamente yo quería unas cortadas del monte. La persona encargada de mis flores me explicó -para mi decepción- que se debe trabajar con flores para el propósito porque las otras duran demasiado poco. Entonces, si la novia va a tener su ceremonia en pleno cerro, unos 20 minutos antes mande a la madrina a cortar por aquí y por allá un poco de flora lugareña para hacer un bonito wild bouquet como el de mis sueños. De lo contario, si como yo debe trasladarse con un día de anticipación, llevando además, tortas, amplificación y atuendos en un auto pequeño... olvídelo y pídalo lo más cercano que pueda a un lugar especializado y se asegura tranquilidad. Llevar una o varias fotos ayuda bastante a la persona que se encargará del ramo de la novia.
- Desordenado. Aunque no demasiado. Tenía pensado algo con forma pero al idea de un bollo redondo y parejo me atormentaba. Para evitar la perfección y uniformidad del ramo queda muy bien usar unas ramitas. Yo me enamoré del eucalipto dólar que es ese verde plateado de hoja redondeada.
También es importante que el ramo quede amarrado bien firme con una cuerda que se cubre con cinta o el material de preferencia. Para conservarlo hasta el gran momento gran, se pone en un vaso de agua. Ojo, que alguien lo seque muy bien antes de que vaya a manos de la novia, no vaya a ser cosa que chorree el vestido.
El moderno y hermoso boutonniers lo hice con flores de papel. Las venden en tiendas de manualidades o grandes librerías. Hay de muchas formas y colores. Lo importante es elegir de acuerdo a la paleta de colores que se haya escogido para el matrimonio. En mi caso fue azul marino y fucsia (gracias a mi amiga Ale De La Fuente, de no ser por ella, todavía estaría buscando la mezcla perfecta).
Las flores se enroscan todas juntas a la altura del tallo para que queden firmes. Luego se envuelve esa zona con una cinta y "pegatela". Por detrás se le cose un broche tipo alfiler que venden en las cordonerías.
El recuerdo para los invitados es todo un tema. Buscando nos podemos encontrar con sets de spa, pastillas de menta, CDs con la música favorita de los novios, recetas, y más! Aquí queda a gusto (y presupuesto) de cada cual. Nosotros escogimos unas galletas caseras en una bonita presentación.
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